martes, 22 de septiembre de 2009

Babel XXI (Español)

El proyecto de BABEL XXI nace de una discusión que tuve con un artista madrileño, Daniel Polo. Estuvimos comentando las dificultades logísticas de una exposición de artistas españoles que queria montar en Inglaterra : ¿como llevarme las obras?

De allí, de una mera preocupación material (pero esto es esencial: la materialidad), surgió la idea que presentamos aquí y que nos pareció muy potente, por las múltiples cuestiones actuales que encadena, particularmente sobre el "estatuto" del arte.


PITCH

El proyecto es una convocatoria de proyectos para artistas aquí, en España, en forma de escrita únicamente que estarán realizados y montados en Inglaterra por un grupo de artistas de distintas disciplinas (coreografía, artes plásticas, teatro, música y escritura). El máximo de propuestas por artista se limita a tres.

La realización concreta de las obras en Inglaterra se hará con condiciones especificas (de tiempo, de materiales, etc.) que están explicadas en el texto de la convocatoria. No obstante, no se impondrá ningún tema o edad, o profesión, etc. La convocatoria se cerrara el 25 de diciembre 2009. Los criterios de selección de cinco proyectos no estarán definidos anteriormente pero se justificaran a posteriori mediante el Blog de Babel XXI.

Se organizara un festival-exposición en la escuela de arte Dartington College of Art, en Inglaterra y en una sala expositiva de una gran ciudad (parte en realización). Las obras generadas estarán reproducidas en forma de un catalogo y sobre el Blog (con vídeos)

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DE LA CONVOCATORIA

Que es lo que se cuestiona aquí? Cual son los desafíos aquí planteados por este proyecto?

Intuitivamente, sentimos la posible envergadura de la idea. Pero fue solamente después de una reflexión acerca de cuestiones sobre nuestro papel de "artistas" en la sociedad que pudimos destacar tres puntos específicos importantes.

1) La forma concreta que pensamos dar a nuestra convocatoria, lleva, en si, la idea fundamental del proyecto: queremos crear un correo electrónico y un Blog específicamente dedicados al proyecto. En ellos, se recibirán y publicarán todas las propuestas (en el blog en un formato mas conciso que se pedirá al lado de la descripción completa, enviada por correo electrónico). Esa publicación de las ideas (de las cuales los derechos deberán ser concedidos enteramente al proyecto) sobre la Red Internet corresponde con la meta de crear una vida independiente para las ideas.

Este punto es esencial en el proyecto Babel XXI. Queremos oponer una forma abierta y libre de exponer conceptos que se acerca modestamente con la idea del arte conceptual al final de los anos cincuenta: desvincular el arte con el mercado. Aquí, nuestro proyecto refleja, a escala personal, un pensamiento critico acerca de la recuperación y la transfiguración de lo conceptual en el arte. En los orígenes (que pertenecen a un contexto ideológico revolucionario), el arte conceptual se oponía a la forma tradicional de hacer arte que suponía la creación de un objeto sobre el cual se distribuía un valor comercial (entre otros). Hoy, la herencia del movimiento conceptual es infinita y, como ironía, se ha convertido en norma. Y como esa norma sostiene un comercio (el del arte), la inmaterialidad de la ideas se perdió. Así, lo conceptual ha sido reificado. Un tiempo de crispación de las ideas asimiladas, pegadas a nombres propios. El objeto ha vuelto. Hoy suele contener más conceptos que bellezas, pero, como antes, representa un valor de cambio. Y cuando las ideas en arte están transformadas en objetos físicos, se convierten en cosas acuñables.

Así, el nombre BABEL XXI quiere representar la universalidad de las ideas (inmateriales) que se juega aquí. Como metáfora, la idea de la división de la humanidad en diferentes idiomas coincide con la reificacion de las ideas, como una división entre células individuales. La metáfora de la edificación de la torre coincide con nuestra voluntad de edificar algo, un puente entre dos países, que ilustra un ideal de sociedad. Cerraremos la convocatoria el 25 de Diciembre 2009, el aniversario del la encarnación del Verbo.

2) La otra dimensión del proyecto que nos interesó fue la naturaleza de la transmisión entre la idea y la realización: la delegación del faire.

En el paso de la idea hasta la realización en Inglaterra dejamos un espacio libre que existirá en función de la voluntad de los artistas españoles tanto como de sus maniobreros en Inglaterra. La convocatoria estará libre y los artistas podrán proponer proyectos de todas las disciplinas representadas (teatro, danza, instalación, música, escritura), de todo tipo de formas (particiones, scores, planes de montaje, textos, textos con indicaciones, conceptos, invitaciones, etc.) y con un nivel directivo libre (del plano de instalación arreglado al milímetro, de la performance coordinada al segundo exacto, hasta una única frase/ concepto a interpretar libremente). Con esas condiciones, la delegación del faire es libre y en cada caso surge una obra única. Y esta separación entre idea y realización presenta analogía con otros tipos de transmisión.

Podemos destacar primero, el de los gremios, en la edad moderna, cuando los hijos de comerciantes eran asignados a distintas corporaciones. En el caso del arte (pero en otros muchos artesanías), los alumnos recibían una educación completa. Porqué entraban jóvenes, su profesor tenia la responsabilidad de profundizar sus habilidades tanto como transmitirle una visión de la vida (que llegaba a ser educación administrativa y, a veces, sexual). Cuando el maestro delegaba a sus estudiantes la realización de sus obras (como Rubens o Tiziano), la transmisión era de natura didáctica, un legado intelectual como manual. Esta enseñanza condicionaba la entrada de los alumnos en una sociedad muy ordenada en esta época.

Este tipo de transmisión contrasta con el modelo contemporáneo de la subcontratación. Este modelo, propio a la economía post-industrial, responde a distintas obligaciones económicas. Unas consecuencias del recurso a la subcontratación es la conservación de los monopolios de ideas. Permite no revelar la integridad de los secretos industriales para la producción de un producto y así evitar crear concurrentes (como los alumnos podían serlo para sus profesores). Y este modo de transmisión del hacer, de manera voluntariamente irónica, existe también en el arte. Los artistas anglosajones Damián Hirst y Jeff Koons, famosos por delegar la producción de sus obras, se definen como los tenientes de una idea y de un nombre (cotizados en el mercado) que son, por esencia, privativos. De este modo, los ejecutantes de sus esculturas/ instalaciones, como los productores de sillas de coches, no podrán ensombrecer la aura de los propietarios del nombre/ de la marca.

En el caso de nuestro proyecto, hemos querido crear una forma de delegación del faire que sea original, distintas de esos modelos, y que deja mucho espacio entre idea/ realización. Un tipo de transmisión que se acerca más de un dialogo, de una curiosidad reciproca que de un vinculo unidireccional. Y el papel que nos atribuimos, más que la mera tarea de gestores, es él de enfocar una obra de arte sobre su transmisión, tanto como su idea o su realización. La transmisión, el espacio dejado entre la idea y el hacer, queremos llamarla arte.


3) Así, el punto previo introduce una otra problemática: el desplazamiento del papel del artista de creador a generador.

Este desplazamiento ubica la obra de arte en un dominio que podríamos llamar un Meta-Arte, un arte para el arte. Consiste en crear condiciones propicias. La obra se ubica en el intangible de un espacio comunicativo que constituye como tal una producción artística. Con esta posición, asumimos una etiqueta de "artistas" distinta de otros organizadores de convocatoria de arte: nuestra conducta propone crear algo, un ámbito, que coincide con unas ideas especificas sobre la circulación de ideas y el dialogo entre artistas (punto 1 y 2).

Esta posición artística se acerca a la idea desarrollada por el curador francés Nicolas Bourriaud. En su ensayo Post-Producción (ed. Anna Hidalgo editora, 2004), el critico asimila el papel del artista con el de montador de películas. En su comparación, el arte no se piensa como creador, ex-nihilo, de objetos (bellos por ejemplo) pero como filtrante de lo existente; como un aspirador de la realidad material que intenta recomponerla cada vez. Y esta recuperación, este montaje, esta post-producción de lo ya existente, sirve para reinsertar humanidad en los espacios comunicativos, entre los objetos y los seres humanos. Esta retoma de lo ya aquí es generador de cuestiones, de puentes afectivos, de espacios psicológicos y de lugares desertados por los medios de comunicaciones actuales (dedicados al sistema peculiar del capitalismo) que dejan sitio para la sensibilidad humana.

Si nuestro proyecto no comprende el uso de materiales sino de obras de arte, nuestra meta coincide con la análisis de Bourriaud en el sentido que basamos nuestra intervención sobre la fabricación de un puente comunicativo entre dos grupos de artistas (pero también entre los artistas y la sociedad, mediante el Blog de acceso universal), y definimos nuestro papel como el de pasadores.

Esos tres puntos constituyen el cuadro conceptual general donde se ubican los proyectos que recibiremos. No obstante, las obras producidas llevaran con ellas su propia historia, su propias problemáticas, su propia fuerza, sus propios desafíos que serán independiente de nuestra convocatoria. Nuestro papel justifica su propia existencia pero tendrá filiación independiente que no podrá controlar de ningún manera. Y eso es importante: crear un ámbito, un espacio fértil, donde lo que generemos nos escapa en el momento que surge.

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